Presentación del último libro de Victoriano Santana Sanjurjo: ‘Articulaciones, 2011-2014’

El pasado viernes 24 de octubre tuve el honor de presentar, junto a otros colegas, la última creación literaria de mi querido Victoriano Santana Sanjurjo, a las 20:30 horas, en la Casa Museo Pérez Galdós (Calle Cano, 6, Las Palmas de Gran Canaria).

articulaciones_1

Una imagen como muestra de la fantástica velada que pudimos disfrutar. De derecha a izquierda: el músico, productor y gestor cultural, Héctor Muñoz, el actor sobresaliente, Miguel Ángel Maciel, el autor del libro, humanista y ‘Quijote’ de vocación, Victoriano Santana, el violinista, cantante y genial áctor ocasional, Rubén Sánchez, el director de escena y dramaturgo, Nacho Cabrera, y un servidor. Mil gracias a todos por haberme dejado compartir este momento tan especial.

GetInline

PRESENTACIÓN DEL LIBRO ‘ARTICULACIONES’ DE MI HERMANO, VICTORIANO SANTANA SANJURJO.

Las articulaciones nos permiten llegar a lugares donde, de no ser por ellas, resultaría imposible llegar. Así es como siento que nuestro querido Victoriano Santana nos ayuda a los que a él accedemos: nos facilita la articulación del espíritu siempre necesario y no siempre presente a todas horas. Quien hoy nos reúne para presentarnos este libro de libros, nos articula sin quererlo, sin proponerse más compromiso que nuestro tiempo en su tiempo, y sin embargo nos remueve en cada empresa para que hagamos de ella: la articulación, la vida misma de nuestra vida.

Hablar de alguien siempre encierra un compromiso que genera una deuda para el tiempo, pues creará una imagen para otros, los que hoy están y los que estarán mañana. En este sentido no quisiera nombrar menos de lo que merece sin quedar rimbombante o edulcorado por ello, pero sería más fácil equivocarme por defecto que por exceso, así que les pido que disculpen de antemano mis sinceras palabras si en ellas consideran un exceso lo que yo entiendo equilibrado.

Nuestro autor es un ‘Quijote’ de nuestra era, un idealista que hace de su vida una constante aventura, que derrumba con su verbo los más agresivos molinos, que amenaza con su prosa al delincuente de una pena segura, la indignidad que oculta el maleante él la desenmascara; que hace común la palabra ‘esperanza` y que no duda ni un segundo en subirse presto al Rocinante camino si en su paso hay malhechores a los que enderezar. En esa búsqueda de la verdad, de lo justo, de aquellos valores socráticos que tanta falta hace actualizar, cabalga en su gesta por dar espacio a las voces enmudecidas, unas más académicas que otras, pero todas sensibles y de corazón caliente, con las armas de la palabra. Y no hay batalla que se le resista pues lleva en sus alforjas la sapiencia suficiente para argumentar las mayores diatribas y acallar a los insolentes. Además, siempre consigo, le acompaña un corazón que late con la energía de un tigre y la belleza de un colibrí. Esta heroica tarea sin pretensiones pero con una convicción de hierro, la de romper los muros de la vileza, es lo que define a nuestro autor y a su trayecto.

Las palabras se acercan a él con la misma inocencia que se acercan los niños al juego, y es así como las hace sentir, como en un juego incansable que da vueltas y vueltas sin parar. La musicalidad de su discurso es pura sinfonía y se armonizan las palabras a cada frase para ir construyendo desde el inicio hasta su final una verdadera sonata sin fisuras ni disonancias. No es de extrañar que sus mentores de vidas ya vividas y de espíritus condenados inevitablemente a la eternidad, sean ni más ni menos, que Cervantes, Saramago y García Márquez. Estos genios corren por sus venas como en otras personas fluye la sangre. Y con ellos su sentido de la palabra, la profundidad de sus pensamientos y la altura de sus sueños.

Sus sueños,… es este su mayor aval, pues el oficio lo tiene sobradamente conseguido y no necesita demostrarse; pero el sueño… el sueño no siempre se defiende cuando se tiene. A veces nos sentimos amenazados por la burla del que lo podría escuchar y nos impide compartirlo con la tranquilidad que se merece. Pero ese no es un problema para nuestro humanista alzado en estas palabras. Al contrario de lo que otros dejarían de hacer por miedos o complejos, Victoriano hace honor a su nombre y genera Victorias ante la indiferencia, ante el silencio, ante la hipocresía del que dice lo que no hace, ni defiende con sus hechos. ¿Qué es una persona sin sueños? Un alma errante que vaga por su historia muerta. Es normal que algunos que lo conocen sin conocerlo queden abrumados ante su sincera respuesta a la vida, ante su discurso convencido y comprometido con el prójimo, con la libertad, con la justicia, con la tolerancia…

Este ‘Articulaciones’ es una fiesta de autores que se congregan en una verbena donde se reparten manzanas y más manzanas, ¡que fruta más saludable!. El anfitrión es una especie de demiurgo que presenta a sus personajes con la mayor de las bondades y un cariño paternal y maternal a la vez. Cada una de sus presentaciones son prodigiosas y los conectan con un sentir común. Quizás sea el ejemplo más evidente de su intención sonora ante la vida: dar voz y hacer sonar a los que para ello estaban destinados pero carecían de la posibilidad de ser escuchados. Y así dio de comer al hambriento, dio de beber al sediento y dio que hablar a los mudos, que por más bocas que tenían no alcanzaban sus articulaciones a los oídos de sus oídos vecinos.

Cada uno de los títulos, como capítulos independientes de este libro, han sido y serán articulaciones que nos harán llegar a otros lugares, nos trasladarán a paraísos desconocidos, a islas dentro de su isla soñada y compartida. Prólogos, algunos, de libros ya editados que merecían ser compartidos en un nuevo libro. Articulaciones que a pesar de venir de cuerpos diferentes se transforman en un ciempiés que nos traslada más allá de las palabras. Todos tenemos una deuda con nuestro particular ‘Quijote’,… por favor que nadie queme uno solo de sus libros, pues son el alimento de una luz pensada para que todos pensemos y hagamos más fácil el trayecto al resto y a nosotros mismos. No hay lecciones en sus palabras y sin embargo todas sus palabras aleccionan, sin pretenderlo, al que las lee. En cada surco de negro sobre blanco se puede escuchar una música particular para cada uno de los momentos que ocuparon su escritura, pues todos son fruto evidente de una elaboración docta, pero a la vez se percibe en sus dedos una inspiración que tiene su propia banda sonora como musa germinal.

Y así el ‘juntaletras’ o ‘cervantófilo’, como a él le gusta denominarse, llega a este cierre de etapa con sus ‘Articulaciones’, con la tenacidad de la hormiga laboriosa y la saciedad de una mantis religiosa que engulle aquello que ha amado para convertirlo en éter al alcance de todos los que su mente oxigenan. Cierra así un desarrollo sonatístico que muestra como en las grandes sinfonías del genio de Boom, sus mejores artes: la elaboración del drama como senda para una necesaria búsqueda en todo lo que desempeñamos en la vida. Pero créanme, a pesar de que a algunos les suene peyorativo el término con el que el autor se define: ‘juntaletras’, nada hay más complicado que unir y ordenar unas letras con otras para dar sentido a un discurso. Si a esto sumamos la intención de hacer algo bello con este revulú de palabras, la acción de juntar letras se vuelve un ejercicio virtuoso que pocos llegan a conseguir con verdadero éxito. Nuestro autor, consigue esto con verdadera facilidad, con una retórica ágil cual pluma en el viento pero con la certera dirección de una brújula que apunta siempre a un norte.

A mi hermano, en el sentido absoluto de la palabra, quiero agradecer la invitación, quizás inoportuna producto de su enorme humildad y mi habitual osadía, para que esta noche un aficionado como yo diera prólogo a este acto, que presenta un libro que no dejará a nadie indiferente y que alimentará con total seguridad los espacios vacíos de las mentes inquietas y completará otras que estaban por jactarse.

Un millón de gracias por el regalo de acompañarte en esta especial noche que como fin de un día, también supone el final de un trayecto en la existencia y el nacimiento de otro.