Making of ‘Casamundo: Entre el mar y la folía’
En una entrevista realizada en El País en 1978 a Paolo Freire (1921-1997), el pedagogo y filósofo brasileño manifestaba que jamás podría <<admitir la mixtificación de que la educación es un quehacer neutral. Yo pienso lo contrario, que la educación es siempre un quehacer político. No hay, pues, una dimensión política de la educación, sino que ésta es un acto político en sí misma. El educador es un político y un artista; lo que no puede ser es un técnico frío.>>. Cuando afirmo que en Barrios Orquestados entendemos la enseñanza en sentido freiriano, me refiero precisamente a estas sentencias del maestro.
En un reciente concierto de verano, en un municipio de las cuatro islas donde intervenimos, se me acercó una dirigente política, con alta responsabilidad en su corporación municipal, a aleccionarme y hacerme ver que algunas de mis palabras durante el cierre del concierto eran una incorrección, que eran inapropiadas y que pretendían la manipulación de nuestro alumnado.
Exactamente dije, dirigiéndome al público asistente, que “se acercan elecciones, voten con conciencia y desconfíen de todos aquellos que piensan que los derechos deben ser seleccionados dependiendo de nuestro origen o de nuestra orientación sexual. Son muchos los derechos que se han ganado en estos últimos años, independientemente de los partidos que hayan estado, como para perderlos por un descuido. Todo lo que se ha ganado se puede perder en tres segundos.”
Le respondía, a esta responsable política, que no sé que entendía ella por educación, pero que nosotros hablamos a nuestro alumnado de valores democráticos y derechos universales en cada una de las lecciones y en cada una de las clases. No somos un elemento de decoración sino una herramienta de transformación social a través de la música. Debemos ser un foro para la altavocía de los que menos espacios tienen para que su voz resuene.
Barrios Orquestados es pues, un proyecto educativo en el sentido freiriano, es la medicina social que reclama gran parte de la comunidad para equilibrar la balanza; y en el Musical CASAMUNDO, ENTRE EL MAR Y LA FOLÍA se puede disfrutar y apreciar con nitidez.
“La revolución es en sí un acto pedagógico, una pedagogía” (Paulo Freire)