Estaba la madre dolorosa al pie de la cruz, llorosa

El Stabat Mater es una obra estructurada en cinco partes, con un planteamiento cíclico que hace del final su principio y de su principio el final.

Goza de una escritura cristalina al borde de la más pura transparencia, sobre una tonalidad, re menor, que invita al recogimiento y al intimismo, la misma que utilizara Mozart en su Réquiem.

A pesar de ser una obra compuesta en el siglo XX, 1988/89, posee un lenguaje romántico con reminiscencias clásicas, pues se sitúa en la primera etapa compositiva del maestro.

Consigue alcanzar un clímax en toda su extensión, concretamente en el cuarto movimiento con un diálogo de ensoñación entre la solista como madre personificada y los violines primeros:

Fac me plagis vulnerari,

Cruce hac inebriari

Ob amorem filii,

Haz que me hieran sus llagas,

haz que con la Cruz me embriague,

y con la Sangre de tu Hijo.

Pero además, cada una de sus partes posee unas proporciones casi áureas que hacen de su escucha algo tremendamente sosegado y armonioso, a pesar de su temática.

Durante toda la obra estaremos escuchando la pérdida, la resignación, el dolor, la muerte y el amor después del amor. No posee artificios de ninguna índole, no los necesita ni los busca. Los diseños melódicos son accesibles, sencillos a la par que sublimes, por movimientos de segundas como los peldaños de la efímera escalera que es la vida. Todo es curva en el Stabat Mater que escucharemos, y es que como bien decía el filósofo Nietzsche “Todo lo que es recto, miente. Toda verdad es una curva”

La compuso a la edad de 45 años, en plena madurez personal y sin embargo podríamos decir que se trata de una obra de juventud, por su tardía incursión en la composición académica. Esta sutil paradoja confiere a la obra una serena profundidad y un ideal equilibrio que solo las mejores composiciones de los grandes maestros poseen. Es una obra que expresa una hondura muy especial y que lleva implícita la dedicatoria a su propia madre.

El Stabat Mater rinde homenaje a la madre dolorosa, a María, y por extensión a la mujer doliente de toda la historia, a las mujeres maltratadas, a las desahuciadas, a las excluidas, las ignoradas y a toda mujer en su pena perdida, o encontrada.

ALGUNOS TESTIMONIOS DEL ACTO PRESENTACIÓN DEL TOMO I DE LA COLECCIÓN OBRA ESENCIAL DE FRANCISCO BRITO BÁEZ:

Ayer pareció, que el universo se paró para contemplar lo que pasó en una pequeña ciudad de una pequeña isla. La emoción, el sentido y la esencia de una manera de ver la vida fue lo que pude percibir en la música de tu padre. Me encantó.

Andrés Betancor

[…] quiero agradecerte tu invitación para asistir a la presentación del Stabat Mater de Francisco Brito. La obra ha sido grandiosa. Me ha entusiasmado, pues a mí la música religiosa me gusta mucho, pero cuando está bien interpretada me entusiasma y esto ha sido de una gran calidad. Tuve la suerte de comprar un ejemplar de la obra, pensando que sería un estudio más o menos preliminar, pero me he encontrado con una sorpresa mayúscula: es el libreto de la obra. Toda mi vida he querido tener una copia de un pieza en la que figure por separado la música de cada uno de los instrumentos que intervienen, de los solistas, etc. Y por primera vez lo he logrado. Creo que los 20 euros fue una propina más que el  precio de una copia del libreto, que debe valer, por lo menos tres veces más. Por todo ello te estoy sumamente agradecido. […] la dirección de Brito junior fue algo inexplicable- Se ve que no solo dirigía con la cabeza y con su buena maestría sino que también intervino el corazón. Quisiera que los tres me dedicaran el libro, así que cuando te vea,  te lo entregaré para que me recojas tanto tu dedicatoria como la de tus dos amigos-colaboradores. Muchas gracias nuevamente y un fuerte abrazo. […]». 

Antonio Cabrera

(…) Tu padre tuvo que ser una persona muy especial si llegó a componer obras así; y, sobre todo, si llegó a inspirar el trabajo de personas como tú, Rafa y Laura Vega .

No sé de qué cultura era el dicho de: «Cuando naces, tú lloras y los demás sonríen. Vive de tal modo que, cuando mueras, todos lloren y tú sonrías» Por lo visto ayer, todos lloramos a tu padre y él, a través de su música, nos sonríe.

Muchas felicidades a tu familia y a todas las personas que impulsan este proyecto.

Isaac y Javier