PALABRAS DE CIERRE DE LOS CONCIERTOS DE BARRIOS ORQUESTADOS EN NOVIEMBRE DE 2019 EN CANARIAS (ESPAÑA)
LA COSA NO VA DE MÚSICA
La cosa no va de música y ni siquiera, de usted y yo. La cosa va más allá y sin embargo, se encuentra en la yema de sus dedos. La cosa, maravillosa por inefable, no tiene nombre, pues cuando se la nombra se pervierte. Y por esa misma razón, porque no tiene historia, será cosa y no entidad latente. No quiere ser mentada ni quiere ser adscrita. Aún así, siempre presente, se manifiesta cuando uno se libra de cuanta coraza enturbia y esconde lo que observa tras la dermis.
Sobre acontecimientos sonoros y profundos silencios, esa cosa, que es tensión utópica, manifiesta su increíble energía, inmarcesible y omnipresente. Con esa cosa innombrable hemos reconocido los caminos acendrados y los de empedradas intenciones, porque aunque carece de textura, color y olores, desprende un aroma a rosas que se respira sin pretenderlo.
Hoy continuamos con ella, con esa verdad desnuda que se haya entre los sonidos, en las intensidades más imperceptibles y en la enigmática amplitud de una cuerda al vibrar. Y nuestra quebrada alma, por rutina y despiste, se repone gracias a su presencia, de los males de la palabra, nuestra palabra, pues convertimos en posesión lo que a nadie pertenece.
Hoy, esa cosa prodigiosa, se refleja tras la luz de cada una de estas niñas, niños, jóvenes, profesores y de cada uno de ustedes. Y la cosa quedará grabada tras nuestro paso, como quedan un beso y un abrazo en la memoria de nuestros corazones. Hoy podemos manifestar sin temor a equivocarnos que el trayecto ha valido la pena, que nuestro mundo cambia, que mientras haya música hay esperanza, que esa cosa está en nosotros y no debemos descuidarla. Pues la cosa va de eso: de la verdad, el agradecimiento y la honestidad en la vida, y no hay mayor representación de ello, que la música.
José Brito
THE THING IS NOT ABOUT MUSIC
The thing is not about music, not even about you and me. The thing goes further and yet it can be reached with our fingertips. The thing, wonderful for being ineffable, has no name because when it is named it is perverted. And for that same reason, because it has no history, it will be a thing and not a latent entity. It does not want to be mentioned, neither does it want to be attached. Even so, always present, it manifests itself when one gets rid of the armour curtains and hides what he observes behind the dermis.
About sound events and deep silences, that thing, which is a utopian tension, manifests its incredible energy, unchanged and omnipresent. With that unnameable thing we have recognized the right paths and those made of good intentions because although it lacks texture, colour and smell, it gives off a scent of roses that is breathed without intending to.
Today we continue with it, with that naked truth that is among the sounds, in the most imperceptible intensities and in the enigmatic amplitude of a vibrating string. And our broken soul, due to routines and distractions, recovers thanks to its presence from the evils of the word, our word, because we took possession of what belongs to no one.
Last Friday, that prodigious thing, was reflected in the light of each of the girls, boys, teenagers, teachers and audience members. And the thing will be recorded after our presence, as does a kiss and a hug in the memory of our hearts. Today we can manifest without fear of being mistaken that the journey has been worthwhile, that our world changes, that while there is music there is hope, that this thing is in us and we should not neglect it. Well, the thing is about this: the truth, gratitude and honesty in life, and there is no greater representation of it than with music.
José Brito